La familia de Jonathan Gutiérrez Castro está consternada por su inesperada muerte.

Aún tienen ese interrogante sobre quién o quiénes estarían detrás de su crimen, ocurrido en la noche del viernes cuando llegó a una tienda de la calle 43 con carrera 53, en el Barrio Abajo de Barranquilla.

"Él estaba viendo televisión, recibió una llamada y salió. Dijo que ya venía pero nunca volvió. No alcanzó ni a comerse el pan y el salchichón que se había comprado porque quedó tirado allí. Estaba sentado afuera de la tienda cuando llegaron a dispararle. Yo digo que si lo van atracar no deberieron haberlo matado", dijo un familiar en la mañana de este sábado a las afueras de Medicina Legal.

El hombre fue llevado en un vehículo hasta la Clínica Centro, pero allí se confirmó su deceso tras un balazo que recibió en la cabeza. Los dos hombres en moto que le dispararon emprendieron la huida buscando el centro de la ciudad, según testigos.

Jonathan toda la vida residió en el Barrio Abajo. Aunque la Policía maneja una línea investigativa relacionada con situaciones pasionales, la familia aseguró que nunca le conocieron que tuviera una relación sentimental con otra mujer.

Sus allegados consideraron a la víctima como una persona sana y que laboraba administrando un restaurante en Baranoa para sacar adelante a sus hijos: Una niña de 5 años y un niño de 10.

Los familiares también indicaron que su celular desapareció y cuando marcan aparece apagado.

La Policía analiza cámaras de seguridad en el sector para identificar a los sicarios e indaga con la empresa de telefonía celular la última llamada que recibió para establecer quién lo llamó y si lo citó a la mencionada tienda donde fue asesinado.